Nace en 2008 con el sueño de ofrecer ese sabor de la memoria familiar, la más entrañable como cuando estamos a la mesa allá en casa.

Ha sido una búsqueda y aprendizaje con los ingredientes que tenemos a la mano, los diferentes gustos y lo que más apela a la mayoría de nuestros clientes.

Hemos encontrado un equilibrio ente lo tradicional y la calidad que queremos para seguir siendo originales y como todos, ganar la preferencia de los comenzales.

La panadería tradicional mexicana es abundante, pues ha sido la transformación de recetas heredadas desde diversos países europeos y de medio oriente, que ha creado nombres, sabores y formas muy particulares de cada región en México.

De vuelta en Europa, tenemos el reto de crear ese olor y sabor inconfundible de la hora de la merienda, con una gran calidad, así por ejemplo:

Escogemos las mejores harinas de la región, la masa madre cultivada en casa. Huevos de granjas “amigables”, aromas típicos y nuestras exclusivas combinaciones de especias y azúcares, grasas y sal a un nivel saludable. Un trabajo que logre en lo posible una forma sana y divertida de comer el pan.

La coquetería del acabado o el empaquetado es algo que nos importa tanto como un gusto a darnos y convidar a los clientes.

En esta época de la Feria, por ejemplo, tendremos el tradicional “Pan de muerto” y las calaveritas de azúcar.

Hemos persistido en la idea de no al desperdicio, así que procuramos reunir pedidos previos para hacer a demanda y un poco más para los antojados de la última hora. Para la feria tendremos en cuenta a los pasantes y espontáneos.

¡Acérquense, que siempre tenemos un extra que ofrecerles!